Montana Colors es una aventura que empezó en el 1994 y que sigue viva no obstante las muchas adversidades sufridas a lo largo de estos años.
En el ya lejano 1993, Jordi Rubio, joven director comercial de la empresa de pintura Felton, realizando un estudio de mercado, descubre que una tienda de Barcelona, cliente de Felton, tiene resultados incomparables, en la ventas de pintura spray, respecto a otros clientes de la marca.
Visitando el negocio, para entender las razones de tanto éxito, Jordi choca con una realidad nueva y fascinante. El dependiente de la tienda es Moockie, un respetado “grafitero”. Esta pasión, compartida con numerosos amigos entre los cuales Kapi, otro famoso writer barcelonés, es la causa del constante flujo de jóvenes en búsqueda de colores en una simple tienda de componentes para jardinería que vé multiplicar sus ventas de sprays, gracias a un nuevo fenómeno urbano, el Graffiti.Jordi, coetáneo de Kapi y Moockie, capta de inmediato la pasión que les motiva y queda totalmente fascinado por la idea de desarrollar productos para Graffiti. Propone su proyecto a Felton, pero la idea queda totalmente descartada. En aquella época, el Graffiti era simplemente vandalismo por todos los fabricantes de aerosoles, americanos y europeos. No interesaba ya que no era considerado rentable.
Convencido de la fuerza de su idea, Jordi deja su trabajo en Felton.
Junto a Miquel Galea, su compañero de trabajo en Felton, fundan, en el 1994, Montana Colors.
El objetivo es claro, producir un spray especifico para las exigencias de los escritores de Graffiti, con una calidad excelente, una buena gama de colores y sobre todo, un coste muy ajustado. Los conocimientos técnicos de Jordi y Miquel y la experiencia aportada por Moockie y Kapi se concretizan en el primer bote Montana, un envase de 200 ml en 60 colores. Las características eran aquellas que cualquier escritor había siempre soñado, trazos limpios, buena presión, una excelente cubrición y un precio muy asequible.
Tras presentarse el bote en el evento “Aerosol Art”, organizado por Mockie y Kapi en la ciudad de Barcelona en el 94, la pintura fue puesta a la venta en el mítico Game Over (luego Bunker), la primera tienda de Barcelona especializada en Graffiti de la historia.
La voz corrió por toda Europa y comenzaron a llegar a la Barcelona post olímpica, writers desde Francia, Alemania, Suiza, Italia sólo para llenar de latas sus furgonetas y llevar Montana a sus países. El fenómeno llegó a una magnitud tal que la pequeña empresa destinada al subministro de las tiendas de Barcelona, tuvo que crecer y organizarse para poder hacer frente a tanta demanda. En 1995 el bote pasó a 400ml y se estableció la distribución en varios países europeos.
El éxito de la idea estaba demostrado y las ventas aumentaban pero era muy viva la inquietud de seguir mejorando.
En el 1996, con este objetivo, Jordi diseña un nuevo spray, un bote de 400ml con una válvula increiblemente rápida y potente. Presenta el producto en Game Over y mientras Moockie lo prueba, Kapi, entusiasta, exclama: “Qué hardcore!!!”. La reacción de Kapi fue tan espontánea que resultó natural elegir como nombre del spray, Montana Hardcore. El resto de la historia es actualidad, Hardcore es sin duda el producto que marcó un antes y un después en el mundo del Graffiti y sigue siendo, hoy en día, inimitable en cuanto a rapidez y cubrición.
En el 1997 Montana Colors crea y registra el Donut, el anillo que rodea la válvula e identifica el color del spray, hoy en día una de nuestras ideas más copiadas por la competencia.
